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La sociedad vasca ha sufrido procesos demográficos y socio-económicos significativos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Ha tenido que gestionar periodos de crecimiento rápido y periodos de estancamiento o decrecimiento en condiciones de falta de capacidad de decisión (soberanía) y en condiciones de soberanía limitada.

Esos procesos han tenido consecuencias socioeconómicas y demográficas extremas. En esta segunda década del siglo XXI y en una situación de desmantelamiento acelerado del estado de bienestar, las diversas administraciones públicas del País Vasco tienen responsabilidades importantes en el mantenimiento y fortalecimiento del estado del bienestar. Tienen responsabilidades e instrumentos para impulsar políticas sociales redistributivas, que minimicen las desigualdades de nuestra sociedad. Ese es el camino a seguir para que nuestro pueblo se desarrolle como una sociedad justa y saludable.

La familia es uno de los protagonistas y una de las víctimas de los procesos que se están sucediendo en nuestro entorno. La precariedad laboral, los empleos a tiempo parcial, la tardanza en la emancipación de los jóvenes, la baja natalidad, el envejecimiento de la población, los nuevos modelos familiares son algunos de los factores a tener en cuenta. Los indicadores socio-económicos ligados a la familia son en nuestro entorno cada vez mas preocupantes. Es por ello necesario impulsar políticas familiares que garanticen la cohesión social de nuestra sociedad en el contexto del estado de bienestar.

Por otra parte al estar Euskal Herria dividida entre dos estados, son muy evidentes las diferencias en las políticas familiares y de protección social desarrolladas en España y en Francia. Desde el Sur miramos con sana envidia las políticas de protección social que se desarrollan en el Norte.

Notas prácticas:

Para participar en la jornada es necesario inscribirse:

Habrá interpretación entre euskara, castellano y francés